-Hola...
- saludó con timidez, también con cierto miedo, no pudo evitar recordar todos
los buenos momentos juntos, también los malos; recordó el fin de todo, sus
palabras, la confesión, la despedida. La ausencia, el dolor, la tristeza.
-¡Oh!
Hola- respondió igual. Al parecer ella también había recordado lo mismo.
-Te
ves bien- dijo él tratando de decir cualquier cosa.
-Gracias,
tú también- respondió igual que antes, aunque se notaba que estaba más nerviosa
que él.
La
verdad era que para ambos el momento resultaba bastante incomodo.
La
historia de los dos se remontaba muchos años atrás; empezaron siendo amigos,
como todos, esa amistad se convirtió después en un largo noviazgo el cual
terminó abruptamente hace unos años.
Se
quisieron como cualquier pareja, se amaron como ninguna hasta que el amor se
acabó... para ella. Él, después de cinco años, casi seis, seguía amándola, no
como antes, no de la misma manera ni con la intensidad de sus años juntos, pero
de que sentía algo por ella era cierto. No podía describir que era, pero algo
había.
-¿Sigues
trabajando vendiendo tenis por catálogo?-
-E-este...
si, todavía... - dijo aunque miraba con insistencia detrás de él.
-Órale,
no pensé que siguieras en eso-
-¿Por
qué no?-
-Porque
lo odiabas, siempre dijiste que en la primera oportunidad lo dejarías-
-Pues
ya viste que no-
-Si,
eso veo-
-¿Y
tú? ¿Sigues en la tienda?-
-No,
ya no, me tocó recorte de personal-
-Que
mal- otra mirada detrás de él -¿Y... ya estás trabajando?-
-No,
aún no, sigo buscando-
-Espero
que pronto encuentres trabajo- dijo sinceramente, pero en esa ocasión
alrededor.
Él,
que la conocía no pudo evitar notarlo.
-¿Qué
sucede?-
-¿Qué?
¿Qué pasa? ¿De qué?- preguntó sobresaltada; quizá esperaba que no notara su
nerviosismo.
-Eso
es lo qué te pregunto, estás muy nerviosa y no creo que sea solo por habernos
encontrado-
-N-no...
no me pasa nada, estoy bien- su mirada se perdía de la de él, no quería que
descubriera la mentira en sus ojos... si era que mentía.
Sabía
que mentía, la conocía tan bien que no podía engañarlo, pero lo que más le
preocupaba era lo que la asustaba; pensar que hubiera algo que pudiera
asustarla de esa manera le preocupaba demasiado.
-Sabes
que puedes decirme qué pasa... - dijo él buscando su mirada, ella por su parte
miraba a su derecha; muy lejos de los ojos de él.
Esa
mirada suya de temor se convirtió en asombro al ver por enésima vez detrás de
él. Cuando volteó vio el porqué del asombro aunque no entendió el porqué.
Tras
ellos veía un hombre que Leonardo no reconoció, casi cuarenta años quizá,
complexión robusta y cabeza redonda, ropa normal, nada fuera de lo usual, lo
que puso en alerta a Leonardo fue el pequeño revólver que empuñaba en su mano
derecha; si no hubiera sido por el sol que estaba en su punto más alto y que la
hacía brillar jamás la hubiera visto.
En
una fracción de segundo Leonardo supo lo que tenía que hacer, aunque en
realidad no tuvo tiempo para pensarlo.
Empujó
a Mariana alejándola al tiempo que se interponía entre ese hombre y ella;
Mariana cayó al suelo al mismo tiempo que una detonación del arma de fuego
inundaba la avenida.
Cuando
Leonardo pudo entender que pasaba estaba en el suelo, en ese momento Mariana se
ponía de pie asustada. Volteó al otro lado.
Aquel
hombre yacía algunos metros, mientras que dos policías de una sucursal bancaria
cercana apuntaban al cuerpo en el suelo.
-¡Leonardo!-
exclamó Mariana de rodillas junto a él. Leonardo estaba por caer en shock.
El
suelo le parecía cada vez más frío, tenía la boca seca pero extrañamente no
sentía dolor, solo podía sentir la mano de Mariana en su costado.
-Leonardo
¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?-
-Bruno...
Mars... -
-¿Qué?-
-Gra...
nade... -
-¿De
qué estás hablando?- pero ya no obtuvo respuesta.
En
ese momento los servicios de emergencia llegaron para atender a Leonardo.
Patrullas y servicios ministeriales también arribaron al lugar y entrevistaron
a Mariana; respondió como pudo aunque su mente estaba ocupada en otra cosa...
¿Quién diablos era Bruno Mars?
Mientras
esperaba en la sala de urgencias del hospital donde llevaron a Leonardo
contactó con los familiares de él; media hora después Mariana daba
explicaciones a la madre de Leonardo y su hermano; su madre, con los dedos
entrelazados oraba en silencio, su hermano no dijo algo, se mantuvo al lado de
su madre aunque su mirada parecía la de un animal encerrado, herido y furioso.
Una hora después llegó la hermana junto con sus hijos y su esposo. Mariana tuvo
que repetir la misma historia. Hora y media después llegó ella.
No
tenía intenciones de narrar por tercera vez la misma historia, así que dejó que
fueran los familiares de Leonardo quienes pusieran al corriente a la pareja de
él; no podía verla de frente, sentía que algo no estaba bien; aunque no había
hecho nada malo sentía como si hubiera sido ella quien jalara el gatillo, sobre
todo cuando los médicos informaron que Leonardo entraría a cirugía.
Deambuló
por las afueras de la clínica, la incertidumbre del resultado de la operación
tenía a todos muy nerviosos; cualquier cosa podría salir mal, por mucho que los
médicos estuvieran preparados. Los minutos se convirtieron en horas, no muchas
en realidad, pero a todos les pareció una eternidad.
Mientras
esperaba sacó el celular y navegó un rato en internet, buscando distraerse, más
el recuerdo de las últimas palabras de Leonardo (esperando no fueran las
últimas) la obligaron a buscar a quién se había referido.
Sabía
que había escuchado el nombre, pero de momento y con todo lo sucedió no lo
recordó: Bruno Mars, nombre artístico de Peter Gene Hernández Bayot, nacido en
Honolulú, Hawái, quien es cantante, compositor, productor musical, actor de voz
y coreógrafo estadounidense, y quien desde el 2010 había hecho fama grabando
como solista y colocando varios éxitos en el número uno de diversas listas
alrededor del mundo, con temas como "Just the way you are" y la
mencionada "Grenade"
Mariana
se dijo que seguramente había escuchado la canción, más no la recordaba, así
que fue a la conocida página de videos Youtube y buscó la canción, se apartó de
la entrada principal de la clínica y, con los audífonos puestos escuchó la
canción...
Easy
come, easy go
that's
just how you live
take,
take, take it all
but you
never give
Should
of known you was trouble from the first kiss
had
your eyes wide open
why
were they open?
Gave
you all I had
and you
tossed it in the trash
you
tossed it in the trash, you did
To give
me all your love is all I ever asked
'cause
what you don't understand is
But
darling I’ll still catch a grenade for ya
throw
my hand on a blade for ya
I’d
jump in front of a train for ya
you
know I'd do anything for ya
I would
go through all this pain
take a
bullet straight through my brain
yes, I
would die for ya baby
but you
won't do the same
No, no,
no, no
Black,
black, black and blue
beat me
till I'm numb
tell
the devil I said “hey” when you get back to where you're from
Mad
woman, bad woman
that's
just what you are
you’ll
smile in my face then rip the breaks out my car
Gave
you all I had
and you
tossed it in the trash
you
tossed it in the trash, yes you did
To give
me all your love is all I ever asked
'cause
what you don't understand is
But
darling I’ll still catch a grenade for ya
throw
my hand on a blade for ya
I’d
jump in front of a train for ya
you know
I'd do anything for ya
I would
go through all this pain
take a
bullet straight through my brain
yes, I
would die for ya baby
but you
won't do the same
If my
body was on fire
you’ d
watch me burn down in flames
you
said you loved me you're a liar
'cause
you never, ever, ever did baby
But
darling I’ll still catch a grenade for ya
throw
my hand on a blade for ya
I’d
jump in front of a train for ya
you
know I'd do anything for ya
I would
go through all this pain
take a
bullet straight through my brain
yes, I
would die for ya baby
but you
won't do the same
No, you
won’t do the same
you
wouldn’t do the same
you’ll
never do the same
no,
no, no, no
|
Lo
que fácil viene, fácil se va
así
es como vives
tomas,
tomas, tomas todo
pero
nunca das
Debí
haber sabido desde el primer beso que darías problemas
tenias
los ojos abiertos
¿Por
qué estaban abiertos?
Te
di todo lo que tenía
y
lo tiraste todo a la basura
lo
arrojaste todo a la basura, lo hiciste
Darme
todo tu amor es lo único que te pedí
porque
lo que tú no entiendes es que
Atraparía
una granada por ti
me
cortaría una mano por ti
saltaría
delante de un tren por ti
sabes
que haría cualquier cosa para ti
Atravesaría
todo ese dolor
dispararía
una bala a través de mi cerebro
sí,
moriría por ti
pero
tú no harías lo mismo
No,
no, no, no
Negro,
negro, negro y azul
golpéame
hasta que ya no pueda sentir nada
dile
al diablo que digo "hola" cuando regreses al lugar de donde viniste
Furiosa
mujer, mala mujer
eso
es justo lo que eres, sí
tu
sonríes en mi cara, después dañas los frenos de mi coche
Te
di todo lo que tenía
y
lo tiraste todo a la basura
lo
arrojaste todo a la basura, lo hiciste
Darme
todo tu amor es lo único que te he pedí
porque
lo que tú no entiendes es que
Atraparía
una granada por ti
me
cortaría una mano por ti
saltaría
delante de un tren por ti
sabes
que haría cualquier cosa para ti
Atravesaría
todo ese dolor
dispararía
una bala a través de mi cerebro
sí,
moriría por ti
pero
tú no harías lo mismo
Si
mi cuerpo estuviera en llamas
tu
me verías arder en llamas
y
dirías que me amaste eres una mentirosa
porque
tú, nunca, nunca, nunca lo hiciste cariño
Pero
yo atraparía una granada por ti
me
cortaría una mano por ti
saltaría
delante de un tren por ti
sabes
que haría cualquier cosa para ti
Atravesaría
todo ese dolor
dispararía
una bala a través de mi cerebro
sí,
moriría por ti
pero
tú no harías lo mismo
No,
tu no harías lo mismo
tu
no harías lo mismo
tu
nunca harías lo mismo
no,
no, no, no
|
La
canción terminó y, aunque entendió la letra... no entendió el porqué Leonardo
lo mencionó.
La
habitación era como cualquier otra de una clínica del sector salud de la
ciudad, varias camas apostadas una junto a la otra, no había intimidad más allá
de las cortinas que las separaban. Mariana llegó hasta la cama donde Leonardo,
con los ojos cerrados respiraba tranquilamente, tenía una bolsa de suero
colgada a su lado, y la aguja incrustada en su brazo... recordó lo mucho que
odiaba las inyecciones, seguramente lo estaba pasando mal.
-¿Leonardo...
?- dijo en voz baja, pensó que dormía, más lentamente abrió los ojos; la mirada
se le iluminó por un momento, después perdió el brillo.
Alzó
la mano con la misma lentitud con la que abrió los ojos, Mariana se acerco tímidamente
y la sujeto con suavidad; se sentó en la silla de plástico junto a la cama.
-Iba
a preguntarte cómo estás, pero parece que no estás bien-
-Estoy
mejor que hace unos días... - respondió con la voz seca, así como sus labios.
-Lo
lamento... - dijo Mariana bajando la mirada; Leonardo apretó sus dedos.
-No
tienes nada que lamentar, por fortuna no pasó a mayores-
-Es
que jamás creí que él... él... -
-¿Quién
era él?-
-Mi
ex esposo-
-¿Te
casaste?-
-¿Puedes
creerlo?-
-La
verdad no... -
-Pues
así fue, solo duramos un año, las cosas fueron de bien a mal gracias a sus
celos... -
-No
puedo creer que te hayas involucrado con alguien así-
-No
todos muestran su verdadero rostro hasta cuando ya se sienten con poder... -
-Tienes
razón-
-El
caso es que cuando nos divorciamos argumentó que lo hacía porque yo ya tenía
otra pareja, siempre dijo que... que en cuanto lo descubriera lo pagaría
caro... -
-Vaya...
qué bueno que sucedió estando yo ahí, otro quien sabe lo que hubiera hecho-
-Lo
siento, en serio, jamás quise ponerte en esta situación-
-¡Hey!
Tranquila, como dije, no pasó a mayores... -
-De
acuerdo, pero en cuanto salgas y estés mejor me dejaras que te invite a comer-
-No
puedo negarme ¿Verdad?-
-Siempre
puedes decir que no-
-Lo
tomaré en cuenta-
-Bueno,
te dejo, me dijeron que no te entretuviera-
-Gracias
por venir-
Mariana
se levantó de la silla, dispuesta a abandonar la habitación pero, aunque estaba
de espaldas a Leonardo parecía que no tenía intenciones de irse.
-¿Qué
pasa?- Leonardo trató de enderezarse pero las puntadas aún le dolían; Mariana
se volvió y lo miró con tristeza, se sentía como si hubiera sido ella la que
hubiera jalado el gatillo.
-Leonardo...
-
-¿Si?-
-¿Por
qué mencionaste a Bruno Mars?-
-¿Lo
hice?-
-Si,
te pregunté por qué lo habías hecho y respondiste “Bruno Mars” cuando te
pregunté más solo mencionaste una canción de él “Granade”-
-Ya
veo... -
-¿Por
qué lo mencionaste?-
-¿Ya
la escuchaste?-
-Si...
-
-Pues
ahí tienes tú respuesta... atraparía una granada por ti... pero
tú no harías lo mismo-
-Aun
después de todo... ¿Morirías por mi?-
-Si...
¿Puedes creerlo?-
-La
verdad no... -
-¿Por
qué no?-
-¡Porque
ya no somos nada Leonardo! ¿Cómo puedes decir qué harías... eso? Pareciera que
aún deseas... regresar conmigo... -
-¡Claro
que no!- la efusiva respuesta de Leonardo tomó por sorpresa a Mariana -Te amo,
ya no como antes, pero yo no tiré por la borda todo lo que vivimos durante el
tiempo que estuvimos juntos, yo no lo olvidé y lo recuerdo todos los días... te
recuerdo todos los días, pero también recuerdo todo el daño que me provocaste,
eso es algo que no deseo pasar nuevamente ¿Regresar contigo? No, gracias, pero
eres un ser humano como cualquier otro e igual lo habría hecho-
-No
sé qué decir... -
-No
digas nada, solo di “Hasta luego” y ojala algún día nos volvamos a ver-
Mariana
volvió a darle la espalda y se enfiló a la salida de la habitación, en la
puerta se detuvo y regresó la mirada atrás.
-Hasta
luego-