A lo lejos se vislumbra un amplio horizonte, un desierto de arenas doradas que parecen no tener fin, el suelo arde durante el día y las noches son heladas, tormentas azotan sin tregua y, a veces, la quietud es tal que enloquece… este es el lugar de donde vienen las cosas malas...
Entes sin forma rasgan el velo del tiempo y el espacio, penetran a un sitio en donde se supone no deben existir, criaturas hambrientas que solo buscan satisfacer sus placeres, no importando matar, rasgar, corromper, una amante de Noviembre, una Flor Negra en la pared, son los entes sin forma ni rostro que entran en nuestras vidas (en mi vida) para atormentarnos, para violarnos y hacer con nosotros lo que ellos quieran…
Pero en la quietud se puede encontrar el equilibrio, la sensatez, la paz con todos y con uno mismo, la arena dorada vuela gracias a suaves frisas y recorren nuestro rostro, nos susurran palabras de paz en nuestros oídos, palabras de amor, de tranquilidad… este es el lugar de donde vienen las cosas buenas…
A veces un viejo amigo, un familiar muy querido, algún recuerdo del pasado se cuela de este onírico escenario y nos visita, nos habla, nos conforta, nos hace sonreír y nos hace llorar, nos hace abrazar a un espectro que ya no está, pero lo hacemos sin mediar nada, lo hacemos sin importar nada… esta aquí, ahí, allá… solo eso importa…
Este es el lugar de donde vienen las cosas buenas, el lugar de donde vienen las cosas malas… esos entes y esas visitas me penetran y yo a ellas, y de ellas extraigo un poco de su esencia, esta es su Tierra y la mía, este es el reino donde ellos son Reyes y Reinas, lacayos y súbditos, nobles y parias, esta es La Tierra de los Sueños Dulces, La Tierra de las Pesadillas Terroríficas, de aquí jalo inspiración, de mis sueños, de mis sentimientos, de mis temores… es mi vida.