Cuando Francisco creo su perfil en aquella pagina de citas on-line lo hizo con la idea de encontrar al amor de su vida, o a alguien con quien departir y disfrutar sin que de por medio hubiera un compromiso, sin involucrar los sentimientos, lo que se diera primero…
Su vida amorosa no había sido mala, pero tampoco buena, de joven había tenido varias parejas que pasaron sin pena ni gloria en su joven vida, a veces se encariñaba con una pero solo por unas semanas, después la dejaba sin ninguna explicación, hubo ocasiones en que andaba con dos al mismo tiempo y, después de vivir una escena cuando las dos se le juntaban buscaba a una tercera, la cual ya traía en la mira, solo Martha fue quien lo amarro de verdad, no porque Francisco se hubiera enamorado perdidamente de ella, sino por el embarazo no deseado que resulto de aquella improvisada sesión de sexo desenfrenado entre este par de jóvenes, teniendo como resultado celebrar un matrimonio a la edad de diecinueve años, por ordenes de su padre, Martha contaba con dieciocho…
Tuvieron que dejar el bachillerato a la mitad y buscar trabajo, Martha consiguió en un taller de costura allá por Metro Aragón, Francisco hizo de casi todo, desde limpiar parabrisas, franelero, vendedor de mostrador en una farmacia hasta de apoyo en un despacho de contadores…
Vivieron juntos solo unos cuantos años educando a su pequeño hijo, Francisco llego a amar a Martha en serio, quizá los unía el hecho de haber concebido al pequeño Paquito, pero la felicidad, la pasión y el enamoramiento de Francisco fue efímero como siempre, y como siempre, volvió a las andadas, Martha le pidió el divorcio cinco años después cuando descubrió sus infidelidades y le armo tremendo drama, Francisco se separo de ella y de pronto se sintió libre para hacer lo que le viniera en gana, con veinticuatro años encima pensaba que podía hacer lo que quisiera, incluso buscar el amor verdadero en otras chicas…
Su ultimo trabajo le permitía acercarse y conocer todo tipo de mujeres, el ser chofer de Microbus le daba ciertas ventajas en este rubro, hubo algunas que le movieron el tapete, otras no pasaron de ser un “free” y otras más quedaron en calidad de “amigas con derechos” más Francisco seguía en busca del amor verdadero…
Martha intento que la relación se volviera a dar, y en alguna ocasión lo intentaron, pero Martha no podía soportar la idea de que Francisco estuviera con otras, finalmente se dejaron en muy malos términos, el día que corrió a Francisco de la casa en la que vivían Martha lo condeno a que algún día tendría su escarmiento, Francisco solo se río de ella…
Después de chocar dos veces el Microbus de su patrón se olvido de seguir en la Ruta, fue en estos tiempos que sucedió una tragedia en la vida de Francisco, el fallecimiento de Martha a causa del cáncer de mama, a la edad de veintisiete años, su hijo quedo al cuidado de la madre de Martha, teniendo que apoyarla monetariamente, su cuate del alma, Martín, le consiguió trabajo en la Secretaria de Finanzas, gracias a que tenía algunos conocimientos de contaduría, su madre le dijo -¿Y que vas a hacer si no sabes hacer nada?- pero a Francisco no le importó lo que pensara, pensaba que el estar trabajando en el Gobierno le daría más estabilidad y sobre todo (creencia popular) que podría ganar dinero sin trabajar…
No fue así…
A sus treinta y siete años era un hombre cansado, las amistades le duraron lo que le duro la posición y el buen dinero, las juergas, las desveladas, las mal pasadas y el alcohol le cobraron factura, su hijo no lo respetaba y solo lo buscaba cuando necesitaba dinero, y que decir de su vida amorosa, ya nadie lo volteaba a ver, su vida era una solitaria rutina de la casa al trabajo y del trabajo a su casa, la de sus padres, y era solitaria pues ellos habían partido ya, siendo hijo único se quedo con la casa y ahí pasaba la mayor parte del tiempo cuando no estaba trabajando, ya no había amigos, ni desveladas, ni borracheras ni amantes de una noche, su única distracción era el ver televisión y navegar por Internet, vicio que le quedo desde que entro a trabajar en aquel despacho, donde aprendió el uso del correo electrónico y las salas de chat, después de tantos años aun mantenía la misma dirección de mail, así como su perfil en el Hi5, en Facebook y la misma frase en el MSN, su Imagen para mostrar era la de su licencia de conducir la cual renovaba a medida que pasaban los años, a veces se mantenía despierto hasta tarde en las salas de chat esperando encontrar su media naranja, o alguien que se interesara en él para un rato y ya, así era su vida…
Miraba la televisión en la sala mientras devoraba un sándwich, viendo el resumen informativo del noticiario de deportes, la laptop la tenía sobre la mesa del comedor, la encendía apenas llegaba y así la dejaba hasta que le daban ganas de “entrar” o simplemente la apagaba y se iba a acostar, pero esa noche le entro la cosquilla de conectarse, según él -A ver que hay… - inicio sesión y apenas el MSN cargo le apareció la invitación de un nuevo contacto, por el nombre para mostrar y el mail se percató que era una mujer, “Arenita” era el nombre que usaba por nick y el mail decía blanka_arena@hotmail.com, la agrego inmediatamente… y así inició la charla…
*Arenita* hola!!
*El Chofer de la Sra. Daisy* hola Arenita, como estas?
*Arenita* bien y tu?
*El Chofer de la Sra. Daisy* también, gracias, perdona... de donde me conoces, o porque me agregaste?
*Arenita* me da un poco de pena, pero vi tu perfil en un sitio de citas
*El Chofer de la Sra. Daisy* ah vaya, no te preocupes, esta bien, para eso esta
*Arenita* y pues me gusto lo que escribiste así que me aventure a conocerte
*El Chofer de la Sra. Daisy* y de donde eres Arenita
*Arenita* del DF
*El Chofer de la Sra. Daisy* órale, somos vecinos, yo ando por el poniente
*Arenita* y yo al sur
*El Chofer de la Sra. Daisy* ok
*Arenita* oye, y todo lo que dice tu perfil es cierto o solo lo escribiste para ser mas interesante?
*El Chofer de la Sra. Daisy* claro que es cierto, no tengo porque engañar a nadie
Conversaron hasta casi el amanecer, conversaron de los gustos de cada uno, música, cine, TV, libros, Blanca le comento ser divorciada, treinta y seis años, sin hijos, vivía sola en el pequeño departamento que habían comprado ella y su esposo allá por Taxqueña, cuando él se fue se quedo ella con la casa, trabajaba en una tienda de autoservicio de cajera y a veces visitaba a su madre allá por Tlahuac, Francisco se lleno de esperanzas al saber que ella, igual que él, buscaba el amor verdadero…
La conversación termino con un
*Arenita* Espero volvamos a platicar otra noche, mira que ya es tarde
Francisco se despidió esperando que la noche arribara para poder conversar nuevamente con ella y, quizá, poder verse algún día…
Durante casi un mes conversaron casi a diario, casi cada noche, y Francisco cada noche estaba más interesado en ella, Blanca le parecía la mujer que había estado esperando, era culta, educada, amable, con un buen sentido del humor, inteligente, compartían algunos gustos y en otros eran completamente contrarios, y casi cada noche Francisco se aguantaba las ganas de pedirle una foto o que “le pusiera la cam” puesto que no la conocía, de avatar usaba una imagen de “Arenita” personaje de cierta caricatura infantil de una esponja…
*Arenita* estoy triste
dijo Blanca una noche después de casi tres meses de conversación…
*El Chofer de la Sra. Daisy* por qué?
*Arenita* porque creo que no hay nadie a quien le pueda interesar
*El Chofer de la Sra. Daisy* oh vamos, no digas eso, dicen por ahí que “siempre hay un roto para un descocido”
*Arenita* si, eso dicen, pero también dicen que “no todas las frases son aplicables para todos, ni siquiera esta”
*El Chofer de la Sra. Daisy* en verdad siento que te sientes mal, vamos, alégrate
*Arenita* =)
*El Chofer de la Sra. Daisy* eso, me gusta verte sonreír =)
*Arenita* ash, como puedes decir eso si ni siquiera me has visto, no sabes como soy ni como me veo cuando sonrió
*El Chofer de la Sra. Daisy* porque tu no has querido
*Arenita* si, eso he pensado también, pero entiéndeme, no quiero salir lastimada ni recibir un rechazo por mi aspecto
*El Chofer de la Sra. Daisy* no digas eso, lo dices como si tal pareciera que no eres atractiva, te casaste una vez y con todas las de la ley y ante todas las leyes, no puedes decir que no hay nadie que pueda fijarse en ti, hubo alguien, que no?
*Arenita* pues si, pero era joven, bonita, ahora… es otra cosa
*El Chofer de la Sra. Daisy* sería más fácil si me dejaras juzgar eso… ;-)
*Arenita* estas seguro de lo que estas pidiendo?
*El Chofer de la Sra. Daisy* si, lo estoy, y prometo ser completamente honesto y, además esto en verdad no cambiará la amistad que tenemos…
Francisco espero paciente la reacción de Blanca, espero y espero hasta que, de pronto, el avatar de “Arenita” cambio por el de una mujer… una verdadera mujer, trigueña, de cabellos negros y ojos grandes, la foto era de esas casuales, de las que se toma uno a si mismo con la cámara, una blusa color lila de tirantes es lo único que se alcanzaba a apreciar, al parecer estaba recostada sobre un sillón, sus labios eran delgados, su nariz afilada y el cuello era delgado también, hombros tersos y redondeados, poco maquillaje y discreto…
Francisco se quedo boquiabierto, no encontraba ningún defecto en la imagen que veía, a no ser, claro, que aquella a la que veía no fuera Blanca…
*El Chofer de la Sra. Daisy* eres tú?
*Arenita* claro que soy yo¡¡ no tengo porque engañarte
*El Chofer de la Sra. Daisy* es que…
*Arenita* tan mal me veo?
*El Chofer de la Sra. Daisy* claro que no¡¡¡ al contrario, eres muy… guapa
*Arenita* jajaja gracias por… la flor :-P
*El Chofer de la Sra. Daisy* es que es en serio, eres muy guapa, no entiendo de donde sacas que hay algo… mal contigo
*Arenita* pues ya ves, una que tiene la autoestima por los suelos
Y así como la imagen de Blanca apareció en la ventana de conversación, desapareció, Francisco se quedo un poco frustrado, ahora le gustaba más, la había encontrado bastante atractiva, lejos de lo poco que ella decía, de hecho empezaba a… desearla, pero también sabía que debía ir lento, que no debía apresurar las cosas si es que algo podía conseguir con ella, curiosamente sus deseos iban más allá del placer carnal, aunque no lo negaba, su deseo era que ella fuera aquella a la que había esperado tanto tiempo…
Pero no tuvo oportunidad de externan lo que su imagen le había provocado, el status de ella cambio y se mostró como No conectada, se había ido…
Y la ausencia se prolongo…
Durante un mes Francisco se conectó cada noche, y cada noche se iba a acostar ya muy tarde, frustrado por no coincidir con ella, por esos días sucedió que la madre de Martha, aquella que fue su esposa y aquella con la que su hijo estaba en custodia falleció, diabetes, tuvo que asistir al sepelio y ahí se encontró a su hijo, este le reclamo la poca atención que le tenía, con diecinueve años su hijo le pidió… le exigió dinero para poder vivir solo, puesto que, aparte de su padre no había nadie más con quien pudiera quedarse, Francisco le ofreció su casa, pero su hijo no quería saber nada de su padre que no fuera dinero, terminó por darle una buena cantidad que tenía ahorrada y su hijo, después del Novenario desapareció…
Cuando lo de su suegra termino regreso a su vida de rutina, fue cuando regreso el recuerdo de Blanca, seguía preguntándose porque ya no la veía ¿Sería que se había alejado para siempre? ¿Qué le había apenado el mostrarse esa vez que lo hizo y había preferido eliminarlo de su MSN? ¿Sería acaso por otra razón? No tenía ninguna respuesta a estas preguntas y eso empezaba a molestarlo cada vez más, empezó a formularse miles de razones por las cuales Blanca no se conectaba, la más persistente era que había encontrado a otra persona, quizá más joven, quizá más inteligente, quizá más galante… pero él no había sido descortés ni grosero, si algo había hecho para que ella se alejara no entendía que había sido, así que si no había sido eso solo había una sola razón para su ausencia… lo había abandonado…
Una noche cualquiera llego como todas las noches a casa, ya no le importo entrar al MSN a ver si estaba en línea, aunque él dijera que no le importaba, pero deseaba que estuviera, esperaba encontrarla, se preparo algo de cenar y, como hizo hace cinco meses se sentó en la sala a ver el noticiero mientras cenaba, termino de hacerlo y después de llevar las cosas a la cocina ya estaba listo para irse a la cama pero, la duda lo invadió, se pregunto ¿Estará? Y pensando que no sería así de cualquier modo entro…
Inicio sesión y apenas el MSN cargo le apareció un mensaje off-line de Blanca, por la hora lo había mandado por la tarde, algo inusual ya que a según por lo que ella le había comentado no se conectaba durante el día, más todas las dudas, miedos, ansiedades y fantasías se disiparon rápidamente al leer el mensaje, entonces sintió culpa, remordimientos… el mensaje era de solo una línea…
*Arenita* falleció mi mamá… ¡_¡
Se maldijo a si mismo, se sintió como un estupido al pensar que lo había abandonado por otras tantas y tontas razones, jamás pensó que hubiera sido por algo así, también le sorprendió el hecho de que su suegra hubiera muerto recientemente, era curioso notar que las tragedias no vienen solas…
Ahora solo esperaba la noche que se conectara para poder hablar con ella, tenía que enmendar su error y decirle que estaba para darle todo su apoyo, este deseo no tardo mucho en cumplirse, apenas tres noches desde aquel mensaje la encontró en línea, en el mensaje para mostrar había puesto [mamá ya está con papá] y no tenía imagen para mostrar, inmediatamente Francisco abrió la ventana de conversación…
*El Chofer de la Sra. Daisy* lo lamento
*Arenita* hola, gracias…
*El Chofer de la Sra. Daisy* sé como te sientes
*Arenita* si, lo sé, tu ya pasaste por esto, verdad? lo de tus papas…
*El Chofer de la Sra. Daisy* si, así es…
*Arenita* es duro, ahora ya no tengo a nadie, me he quedado sola…
*El Chofer de la Sra. Daisy* vamos, no digas eso, no estas sola, están tus compañeros de trabajo, tus vecinos, tus demás familiares, no estas sola
*Arenita* y eso que? no tengo nadie con quien llorar, quien me consuele, que me diga que me apoya y que esta conmigo, estoy más sola que un pinche perro…
*El Chofer de la Sra. Daisy* yo estoy aquí…
*Arenita* …
*El Chofer de la Sra. Daisy* créeme, sé lo que sientes y por lo que estas pasando, y sé que muchos habrán intentado el animarte, sé a lo que te refieres con eso de que no tienes a nadie que este ahí, sé que necesitas un amigo que te consuele en serio…
*Arenita* no
*El Chofer de la Sra. Daisy* no?
*Arenita* no necesito un amigo, necesito una pareja, un hombre que este conmigo en las buenas y en las malas, que este conmigo cuando se sufren estas perdidas, eso necesito…
*El Chofer de la Sra. Daisy* pues…
*Arenita* pues que?
*El Chofer de la Sra. Daisy* pues… lamento no ser yo ese…
*Arenita* ja, que buen chiste, ‘ora resulta que estas dispuesto a ser la pareja perfecta para mi, no?
*El Chofer de la Sra. Daisy* Blanca, entiendo tu enojo, entiendo que necesitas desahogarte, pero no soy el culpable de tu perdida, no te desquites conmigo, solo quiero apoyarte
*Arenita* lo siento
Y de pronto
*Arenita* aparece como No conectado. Recibirá los mensajes que le envíes la próxima vez que inicie sesión. Enviar un mensaje de correo electrónico a este contacto en su lugar.
Francisco la entendía, entendía su coraje, su enojo, su frustración, quizá no fue la mejor manera de abordar la situación, pero tenía que ser de alguna manera, ahora solo le quedaba esperar que volviera a estar en línea para seguir conversando…
Pasaron tres noches más…
Cuando Francisco entro al MSN encontró otro mensaje off-line de Blanca, tenía pocos minutos de haberlo mandado, de igual manera que el anterior solo era de una línea…
*Arenita* lo siento, me perdonas? (^^)
El mensaje lo hizo sonreír, tecleo un smiley guiñando el ojo (;-)) y la sonrisa de Francisco se ensancho cuando recibió un mensaje más en ese mismo momento, era obvio que ella estaba en línea pero como No conectado, no era un mensaje, solo un smiley sonriente (:-D) Francisco le respondió de la misma manera y vio que ella estaba tecleando, ya no cabía en su gozo, era un número de celular…
Con nerviosismo saco el celular y tecleo el número, espero ansiosamente y después del cuarto timbrazo escucho que contestaba… y solo escucho silencio…
-¿Blanca?-
Nada…
-¿Estás ahí?-
Silencio…
-Estas nerviosa ¿Verdad? Yo también… -
-… hola- escucho entonces, una voz tímida, apenas un susurro, Francisco se puso nervioso, pero se armo de valor…
-¿Cómo estás?-
-Mejor… creo, lamento lo de la otra noche, no fue mi intención ¿Me perdonas?- cuando Blanca articulo la pregunta su timbre de voz adquirió un tono de voz parecido al de una pequeña niña, Francisco sonrío una vez más…
-No, no te perdono, puesto que no hay nada que perdonar-
-Gracias, en serio me sentí mal por lo de esa noche, no tenías porque aguantar mi coraje-
-No te disculpes, era normal, no hay daño-
-Bueno, solo déjame compensártelo-
-¿Compensármelo?-
-Si, bueno… pues… si no hay ningún problema pues… me gustaría… invitarte un café, digo, si quieres… -
Francisco se contuvo de estallar de alegría, su mano temblaba y sus labios también, tomo aire y respondió tratando de sonar lo más calmado posible…
-Me encantaría-
-Que bien- exclamo Blanca, se notaba la alegría en su voz -¿A dónde te invito? Yo pago-
-Pues… -
-Podemos vernos en un lugar a donde sea fácil para los dos llegar-
-¿Por qué no nos vemos en el Centro Histórico? Podemos vernos frente a Catedral, o por el Palacio de Bellas Artes… -
-Me parece bien, frente a Bellas Artes me parece adecuado, de ahí podemos ir a la Casa de los Azulejos-
-De acuerdo ¿Cuándo y a que hora nos vemos?-
-Yo ya puse el lugar, tú pon la hora-
-¿Prefieres por la tarde o por la noche?-
-Este… mejor por la mañana ¿Si?-
-Ok ¿Al medio día esta bien?-
-Si, al medio día esta bien, nos vemos este sábado ¿Esta bien para ti?-
-Claro, ahí estaré-
-Bueno, me despido sino te vas a acabar el crédito-
-Jaja jaja jaja de acuerdo, nos vemos el sábado entonces, buenas noches Blanca-
-Buenas noches Francisco-
Francisco pensó lo bien que se oía su nombre pronunciado por ella, le pareció lo mejor que había escuchado desde hacía mucho tiempo, apenas era martes, sabía que la espera se le iba a hacer difícil…
Lo peor para Francisco no fue esperar a que llegara el sábado, sino la ausencia de Blanca en el MSN, nuevamente no entendía el porque se desaparecía de esa manera, aunque tratara de hacerse a la idea de que se verían por fin también el gustaba encontrársela en el MSN y charlar hasta que la mañana llegara, pero durante todo el resto de la semana no fue así, y no le quedo más remedio que esperar…
Esperaba encontrarla el viernes por la noche para confirmar lo del sábado, pero no fue así, no le mando mensaje al celular, aparte de que ya no tenía crédito pensó que no sería lo correcto, aunque se moría por hacerlo, apenas el sábado despertó se levanto de la cama como de rayo, se metió a bañar y se vistió con lo mejor que tenía, que no era mucho en realidad, pero contaba con el hecho de ir limpio y presentable sería suficiente, mientras se tomaba un café en la cocina pensaba si sería correcto llevarle flores, o algún detalle, se debatía entre lo que quería hacer y lo que tenía que hacer, finalmente deshecho la idea, se decía una y otra vez que debía ir lento, no apresurar las cosas…
Llego puntal al lugar de la cita, frente a las enormes puertas del Palacio de Bellas Artes espero… y espero… y espero…
Eran la una y quince minutos y no había señales de Blanca, sostenía el celular con la mano metida en el bolsillo del pantalón esperando sentirlo vibrar, pero no, nada, ni una señal, dando la una y medía fue hasta una tienda sobre Av. Juárez y le puso crédito al celular, le marco… un timbrazo… dos… tres… cinco… dejo que sonara hasta que entro el mensaje del Correo de Voz, colgó inmediatamente, estaba molesto, se sentía frustrado y, de alguna manera, engañado, también pensó que era un tonto por creer que habría alguien que pudiera fijarse en él, estuvo a punto de maldecir a Blanca pero se arrepintió en el ultimo momento, ya no tenía caso…
Regreso molesto a su casa, aunque aún guardaba la esperanza de que el celular sonara pensaba que no tenía ni debía contestar si este sonaba, entro y encendió la laptop, inicio sesión en el MSN y se frustro más, no estaba conectada, no había mail de ella, ni mensaje off-line, le marco una y otra vez, y cada vez que escuchaba la grabación del Correo de Voz se molestaba más hasta que no soporto más y lanzo el celular golpeando contra la pared, para su fortuna no se hizo pedazos, solo la tapa salió volando y se zafo la batería…
Ahora la espera no duro tanto, a la noche siguiente la encontró en línea…
*Arenita* hola
*El Chofer de la Sra. Daisy* hola
*Arenita* estas molesto, lo sé
*El Chofer de la Sra. Daisy* no, no tengo porque estarlo
*Arenita* si, si tienes porque, te deje plantado
*El Chofer de la Sra. Daisy* tus razones habrás tenido
*Arenita* si, pero eso no me disculpa del hecho de que te deje plantado
*El Chofer de la Sra. Daisy* ya, no digas más
*Arenita* me perdonas?
Cuando pregunto Francisco recordó el tono de voz que Blanca usara por teléfono, no pudo evitar esbozar una sonrisa
*El Chofer de la Sra. Daisy* ya te lo he dicho, no hay nada que perdonar
*Arenita* es solo que me dio miedo, esa es la verdad, no puedo mentirte…
*El Chofer de la Sra. Daisy* te entiendo…
*Arenita* eres demasiado comprensivo que me da mucha pena contigo, tú que eres tan bueno
*El Chofer de la Sra. Daisy* vamos, no digas eso, soy como cualquier otro
*Arenita* nooooooo, otro ya me habría dejado de hablar, pero no, tú sigues aquí
*El Chofer de la Sra. Daisy* quizá, pero ya viste que no es así
*Arenita* bueno, me voy a la cama, prometo compensártelo, vale?
*El Chofer de la Sra. Daisy* si tu lo dices…
*Arenita* ash, ya ves como no me crees? lo haré, lo prometo
*El Chofer de la Sra. Daisy* ok, descansa entonces
*Arenita* buenas noches
*El Chofer de la Sra. Daisy* bye
*Arenita* bye
Durante algunas noches siguieron con su habitual rutina de conversar por MSN, sin que Blanca mostrara la oportunidad de que se vieran, después se desaparecía y pasaban noches sin que se conectara, a veces se mandaban mensajes por el celular, solo dos o tres líneas -Como estas- y -Que tengas un buen día- eran las frases que se dedicaban, las noches en que conversaban Francisco estaba bien, cuando no era así se malhumoraba, maldecía el no verla en línea, más nunca se lo decía, cuando por fin coincidían hacía como si nada pasara, y así pasaba sus noches y sus días, alegre y molesto, comunicativo y malhumorado…
Una noche cualquiera, sin fecha en el calendario Francisco se armo de valor, le dijo a Blanca que cuando se verían, ella tardo en responder y cuando al fin lo hizo acordaron lo mismo que la primera vez, prometiéndole Blanca una y otra vez que ahí estaría, en eso quedaron y Francisco espero, nuevamente paciente, a que el sábado llegara…
Apenas el sábado despertó se levanto de la cama, aunque no como de rayo como la vez anterior, se metió a bañar sin prisas y se vistió con lo primero que encontró, bebió su café tranquilamente en la cocina y salió de casa un poco más tarde que la vez anterior, algo dentro de él le decía que no tenía caso apresurarse…
Llego pasada la hora de la cita, en el mismo lugar anterior, frente a las enormes puertas del Palacio de Bellas Artes espero… y espero… y espero…
Eran la una y quince minutos nuevamente y no había señales de Blanca, ya no se preocupo por sostener el celular con la mano metida en el bolsillo del pantalón, dando la una y medía fue hasta Av. Juárez y de ahí se fue caminando hasta el Eje Central, entrando al Metro se perdió entre la muchedumbre, se sentía frustrado otra vez, y si, engañado, pensó nuevamente que era un tonto por creer que habría alguien que pudiera fijarse en él, maldijo a Blanca y entrando en el vagón se fue a casa, triste, molesto, desilusionado…
En esta ocasión al llegar a casa tampoco había mensaje off-line, pero mientras cenaba su acostumbrado sándwich el celular sonó con su tono de “La cumbia del Amor” de Lisandro Mesa, al tomarlo vio en la pantalla el número de Blanca, lo apretó con fuerza, no sabía si contestar o no, quería saber cual era su nueva excusa, que era lo que tenía que decirle, pero también, una parte de él no quería saber nada de ella, por ahora… no contesto…
El celular sonó tres veces más, finalmente dejo de hacerlo…
Eran casi las tres de la tarde, habían pasado tres días desde que Blanca intento llamarlo, tres días que Francisco se decidió a no contestar, tres días de no entrar al MSN, tres días de no hablar con ella, si, ahora si estaba molesto pero, cuando casi eran las tres de la tarde, después de tres días sin hablar con Blanca en el celular se escucho nuevamente el tono de “La cumbia del Amor” era ella…
-Bueno… - contesto Francisco tratando de dar a su tono de voz lo más parecido al enfado… o indiferencia, no sabía que era lo que sentía…
-Hola… - le dijo Blanca tímidamente del otro lado de la línea…
-¿Si?-
-Lo siento, en verdad lo siento y sé que ya no quieres saber nada de mi, lo comprendo, es culpa de mi propia inseguridad, tengo miedo de conocer, de que me conozcan y si, tengo miedo de querer, de amar, perdóname- Y Francisco escucho como empezaba a sollozar, se la imagino llorando en ese momento, sosteniendo en su mano una servilleta, secando sus lagrimas -Esta es la ultima vez que hablo contigo, me despido porque se que tú no quieres saber nada de mi y lo entiendo, perdóname y… y… que tengas buena semana… -
-Espera… - dijo Francisco, intentando detenerla, funciono…
-¿Qué pasa?-
-No puedo mentirte, si, estoy molesto, pero más que molesto me siento… desilusionado, pensé que éramos amigos, que teníamos algo, es solo que estas tomando la decisión por ambos sin siquiera consultarme, permíteme por lo menos decir algo al respecto ¿No?-
-Si, tienes razón, de acuerdo, di lo que quieras decir, te escucho… -
-Quiero que esto continúe, bueno, no esto, no el que me dejes plantado, sino el que sigamos teniendo comunicación, no quiero forzarte a nada, solo date la oportunidad, yo estaré esperando el momento en el que realmente estés lista ¿Ok?-
Lo único que Francisco escucho fue el sollozo de Blanca, la dejo que lo hiciera, que asimilara lo que él le había dicho y que tomara su decisión, fue un minuto, un minuto que para Francisco fue eterno, entonces ella hablo..
-De acuerdo, si así lo quieres y aun me quieres como amiga adelante, no te prometo nada, puesto que no sé de lo que soy capaz de hacer y no tengo idea de lo que podría hacer, dejemos que las cosas sigan su curso normal y… y veremos que pasa, es solo que, en primer lugar no deseo salir lastima y, segundo, no quiero que lo hagas tú, quizá con el tiempo te des cuenta de que no soy quien crees que soy ni lo que crees que soy, quizá con el tiempo te des cuenta de que no te merezco y, al final nos dejaremos y cada quien seguirá con su vida… -
-De acuerdo, es un trato, vete a dormir Blanca, es tarde… -
-Buenas noches Francisco-
-Buenas noches Blanca-
Después de esa conversación las platicas entre ellos se volvieron un poco más escasas, ya no coincidían como antes en el MSN, solo cruzaban una o dos líneas y se despedían después de varios, muchos minutos después de silencio entre ellos, tal pareciera que la intención de Blanca era alejarlo, y Francisco estaba empeñado en encontrar al amor de su vida, casi al cumplirse un año desde que se conocieron se toparon en el MSN y empezaron a platicar como si nada, como si todas aquellas situaciones no se hubieran dado, la amistad se elevo a la alza y empezaron a conversar como en antaño, se reían de las ocurrencias de cada uno, se contaban sus problemas en el trabajo, los problemas en casa, cuentas por pagar, dolores, amigos, vecinos, todo, se hablaron de todo como en antaño y Francisco sintió que finalmente Blanca había recobrado la confianza en ella misma y, posiblemente en él…
Justamente al año de conocerse y en medio de la conversación Blanca le tenía dispuesta una sorpresa, una que Francisco esperaba desde hace mucho, una que pensó jamás se daría…
Le apareció este mensaje en su ventana de conversación…
*Blanca desea iniciar una videollamada. Responder (Alt+W) Rechazar (Alt+X)*
Francisco se sorprendió, incluso dudo un poco en aceptar o no… finalmente lo hizo, le dio Aceptar
*Has respondido a la llamada. Colgar (Alt+Q)*
En la ventana de conversación los avatares cambiaron y se agrandaron las ventanas de la Imagen para mostrar, se veía el tiempo de carga y Francisco vio primero la imagen de su webcam antes de ver a Blanca, en la parte baja de la ventana leyó “Conexión establecida” así que era más que obvio que Blanca ya lo veía, aunque él a ella aun no, la ventana seguía cargando…
*El Chofer de la Sra. Daisy* Hola
*Arenita* aun no te veo…
*El Chofer de la Sra. Daisy* ha de estar lenta la conexión, tu me ves?
*Arenita* si, yo si, y yo me veo en mi cam
*El Chofer de la Sra. Daisy* bueno, un paso a la vez :P
*Arenita* de acuerdo jajaja
*El Chofer de la Sra. Daisy* bueno, ya me habías visto en foto, que piensas de mi ahora
*Arenita* no creo que quisieras saber lo que pienso
*El Chofer de la Sra. Daisy* oh si, si quiero
*Arenita* pues…
*El Chofer de la Sra. Daisy* vamos, dime…
*Arenita* eres guapo :D
*El Chofer de la Sra. Daisy* gracias, favor que me haces
*Arenita* es la verdad, incluso… podría decir que…
*El Chofer de la Sra. Daisy* que?
*Arenita* me gustas…
*El Chofer de la Sra. Daisy* gracias, eso significa mucho para mi
Y sonrió y en la ventana de conversación vio su sonrisa, la misma que sabía Blanca veía…
*Arenita* lo imagino, y disculpa que vuelva a lo mismo, solo no quiero que te hagas falsas esperanza, si, me gusta lo que veo y me gustas tú, más eso no significa nada más…
*El Chofer de la Sra. Daisy* entiendo…
*Arenita* tal parece que la conexión de mi cam no se deja
*El Chofer de la Sra. Daisy* si, eso estoy viendo
*Arenita* es una lastima, quería que me vieras así como yo te estoy viendo
*El Chofer de la Sra. Daisy* y yo soy el que mas ganas tiene de verte
*Arenita* vamos¡¡ no es la gran cosa, pero si, quería que me vieras
Pero no, la conexión termino por caerse y Blanca le apareció como No conectado, Francisco dejo de ver su propia imagen en la ventana de conversación y, aunque espero, Blanca no regreso…
Durante varias noches lo intentaron, pero solo Francisco transmitía, aun cuando Blanca había eliminado las cookies, hecho “circo, maroma y teatro” con la configuración y Francisco había actualizado el MSN a la versión más actual esto no se dio, Francisco primero se sentía frustrado, después, con cada intento sentía más y más deseos de verla pero, sobretodo, tenía deseos de estar con ella, si, era un sentimiento que no podía negar ya, la deseaba, deseaba tocarla, sentirla, amarla, hacerla suya, en sus adentros sentía que la amaba y en su percepción pensaba y sentía que Blanca ya lo amaba, por eso los mil y un intentos de verse, aunque claro, sería más fácil verse en persona, pero Francisco sabía que eso era más fácil pensarlo que hacerlo, puesto que Blanca no daba muestras de querer verse en persona, cada noche el deseo aumentaba más, su durmiente sexualidad empezó a atacarlo, lo hizo formar cientos de fantasías sexuales, eróticas, pornográficas, escenas donde él y ella eran los protagonistas de cientos de todo tipo de películas, amor sexual, carnal, apasionado, lascivo, en sus fantasías participaban en una serie de situaciones algunas por demás inverosímiles, otras muy comunes, pero eran las fantasías de Francisco, eran sus deseos carnales lo que lo hacía seguir manteniendo la comunicación con Blanca, la amaba, si, pero también la deseaba…
Pero una noche cualquiera y en medio de la conversación…
*Arenita* oye… lo podemos intentar una vez más? si?
*El Chofer de la Sra. Daisy* bueno…
Blanca le mando la invitación nuevamente…
*Blanca desea iniciar una videollamada. Responder (Alt+W) Rechazar (Alt+X)*
Francisco le dio Aceptar con desgano, aunque con una chispa de esperanza
*Has respondido a la llamada. Colgar (Alt+Q)* y espero…
Los avatares cambiaron y Francisco vio su rostro en la ventana, la de Blanca seguía cargando, más para sorpresa de Francisco la ventana paso del blanco con publicidad a una negra y, después, se presento ante Francisco la imagen de Blanca en la ventana de conversación, este sonrió al verla, ella hizo lo mismo, la misma trigueña que vieran en la foto hace ya bastante tiempo, el cabello negro lo llevaba peinado hacia atrás con una coleta y sobre la frente una tira de tela color rosa como diadema, sus ojos grandes los abría al mismo tiempo que su sonrisa se ensanchaba, aunque sus labios seguían siendo delgados, su nariz afilada le daban un aspecto refinado y del cuello delgado colgaba una pequeña medalla, el maquillaje era poco y discreto y vestía la misma blusa color lila de tirantes que usaba en aquella foto, tras de si veía un peinador con luna y al costado un closet abierto por el cual podía apreciar parte de los cajones abiertos…
Ella volteo quizá al darse cuenta de lo que veía por la ventana de conversación y tapándose el rostro se carcajeó, Francisco sonrió…
*El Chofer de la Sra. Daisy* vamos, no te apenes, no pasa nada :D
*Arenita* soy un desastre
*El Chofer de la Sra. Daisy* no, no lo eres, a menos que lo compares con el que yo tengo en mi habitación
*Arenita* jajajaja me lo imagino
y la imagen de Blanca se rió junto con el texto en la ventana
*El Chofer de la Sra. Daisy* pero ahora si puedo decir que… me gusta cuando sonríes
*Arenita* si, ahora lo puedes decir :P
Y como hace mucho tiempo… conversaron hasta casi el amanecer…
La siguiente vez que coincidieron en línea nuevamente conversaron por videollamada, ahora usando los micrófonos y la conversación fue más fluida, para la tercera ocasión Blanca lo sorprendió mostrándose solo en bata de baño, con el cabello mojado y sin nada de maquillaje, platicaron, se rieron, pero a momentos la bata se abría y Francisco podía apreciar la línea que separaba sus senos, más cuando Blanca lo notaba rápidamente se cubría diciéndole que NO con el dedo, sonriendo maliciosamente, se reían y la platica seguía, pero Francisco no podía evitar excitarse con lo que alcanzaba a ver, el deseo crecía más y más, las ganas de tenerla, de poseerla, de hacerla suya…
-Te amo- le dijo una noche sin más Francisco durante la conversación, Blanca se sobresalto y por la cam lo miro fijamente, después cerro los ojos y negó con la cabeza…
-Tú no puedes amarme, quizá lo que sientas es deseo, quizá me desees, pero no es amor lo que sientes por mí-
-¿Por qué no puedes creer que te amo? Desde hace más de un año hemos conversado, hemos pasado buenos y malos momentos juntos, nos hemos apoyado y si, también hemos tenido diferencias como cualquier pareja, el tiempo compartido me ha hecho quererte, amarte… -
-Tu no me amas, amas lo que soy frente a ti, la respuesta a tu búsqueda, me miras y ves a la mujer que te gustaría que fuera para ti, me miras y ves lo que buscas en una mujer, pero yo no soy quien crees que soy, ni lo que crees que soy-
-Te amo, esa es la verdad-
-No, tu amas esto… - y se despojo de la blusa que vestía, quedándose únicamente con el sosten negro que llevaba por debajo, lo miro fijamente y empezó a tocar sus senos por encima del sosten…
-¿Qué haces?- pregunto Francisco, mitad emocionado mitad asombrado, no creía lo que estaba viendo, casi instintivamente comenzó a sobarse por encima del pantalón viendo como Blanca se acariciaba, pasando la lengua por los labios, sonriendo maliciosamente otra vez, dejo una mano en sus senos y la otra viajo por su vientre hasta llegar a la orilla de la falda que vestía, Blanca empezó a estimularse al tiempo que Francisco hacía lo mismo por encima del pantalón, no se atrevía a más, pero al verla así le hizo recordar las tantas fantasías que había imaginado con ella…
-Me deseas ¿Verdad? Porque yo también, no te amo, esa es la verdad, pero si te deseo, anda, dímelo, dime que me deseas… -
-Te deseo… - dijo Francisco tragando saliva, bajo el pantalón sentía el pene duro, su corazón latía rápidamente, sentía que se le salía del pecho, un sudor frío le recorría la espalda y la frente, las mejillas ruborizadas y la respiración se le entrecortaba, Blanca se levanto y se quito la falda, bajo esta vestía unas bragas negras como el sosten, se sentó y pasando las manos por la espalda se quito el sosten y salieron a relucir un par de senos coronados por unos pezones oscuros, erectos, bajo las manos por hacia la cintura y se despojo de las bragas, levanto las piernas sobre la mesa y Francisco vio el vello que cubría su sexo, su excitación aumento al cien por ciento al ver como Blanca se tocaba los senos y hurgaba en su vagina, ya no aguanto, sacó el pene del pantalón y empezó a masturbarse frenéticamente mientras que Blanca hacía lo mismo…
-¿Te gusta? ¿Te gusto?-
-Me encantas-
-Y te gustaría que estuviera ahí contigo ¿Verdad?-
-S-si… me encantaría… -
Entonce sucedió algo que Francisco no entendió, Blanca se levanto desnuda y desapareció de la ventana, Francisco, con la mano apretada en el pene veía fijamente esperando verla nuevamente… y se paralizo, en su MSN, en su ventana, donde él se veía a si mismo vio pasar el cuerpo desnudo de Blanca a su espalda, no se atrevió a voltear, vio y sintió como esas manos delgadas se posaban en sus hombros, vio el rostro de Blanca acercase a él, vio y sintió esos labios delgados cerca de su oído, y vio y sintió como una de esas manos bajaba por su vientre hasta su mano en la entrepierna, a un pene que había perdido la erección a causa de la impresión…
-Yo te amé- le dijo Blanca al oído -Di todo lo que tenía por ti, mi tiempo, mi atención, mi cuerpo, mi amor, mi persona, te di un hijo… y nunca fue suficiente-
Francisco abrió los ojos asombrado… recordó, la reconoció…
EPILOGO
Después de no presentarse varios días al trabajo, después de que los teléfonos sonaran una y otra vez sin respuesta, fue que un grupo de compañeros fueron hasta su casa, como tampoco hubo respuesta pidieron una patrulla y en compañía de los oficiales forzaron la entrada, cuando llegaron hasta la sala comedor encontraron la televisión encendida, un sándwich ya descompuesto sobre la mesa de centro y en el comedor el cuerpo de Francisco, estaba sentado frente a la laptop, el cuerpo sobre la mesa a un lado de la computadora portátil, sostenía el pene con la mano derecha, al parecer había sufrido un ataque cardiaco, tenía abierta su sesión en el MSN y varios mensajes off-line de algunos contactos, la única ventana abierta que tenía era la de una mujer que por nick tenía “La esposa del Chofer de la Sra. Daisy”
2 comentarios:
El giro que dio el final me encantó, este cuento me ha gustado mucho :)
Mostro... fue tan bueno que me asqueó en mas de un sentido. Tu sabes porqué ;) - La Luna Pleine
Publicar un comentario